Como lo prometido es
deuda,os voy a contar una con suspense.esta es una historia de un
fantasma...
A principio de los años
90,yo vivía en el número 8 de la calle dos de mayo,encima del
mercado de santo domingo en pamplona.
el edificio entero
pertenecía a la familia de mi cuñada y a mi me tenian alquilada la
buhardilla del cuarto piso,varios de vosotr@s estuvisteis alli,era
una casa extraña,con los techos muy bajos y muchos recovecos,pero
tenía un encanto especial.mas de un amigo se abrió la cabeza con
alguna de las esquinas que habia.en aquella época,yo andaba mucho en bici,asi que todas las mañanas me tocaba cargar la bici 4 pisos y al volver subirla otra vez,la escalera era muy estrecha y era una putada.
En cada piso habia dos viviendas,menos en el primero que sólo era una vivienda,estaba vacio y la familia de mi cuñada lo usaban de trastero.yo nunca habia entrado alli.
Un sábado apareció mi cuñada con sus hermanos,que estaban de mudanza,y venian al piso primero a dejar cosas y subieron a avisarme para que les ayudara..
El edificio era muy viejo,de 1600 ó 1700 y en tiempos debió de ser una posada (por lo que me contaron) y el primero debia ser donde vivian los dueños.los techos median casi 4 metros de altura,y las puertas casi dos metros y medio de esas de dos hojas,la verdad que estaba muy hecho polvo,pero se veía que en tiempos tuvo que ser de gente de pasta.impresionaba un poco.
A mi cuando lo ví se me abrió el cielo,era el sitio perfecto para dejar la bici.en aquella época yo tenia tambien un negocio...alternativo, (ejem ejem) asi que tambien me venia de perlas para guardar los articulos de ese negocio.para no arriesgarme a que me dijeran que no,en vez de pedirle una llave a mi cuñada,en un descuido la cogí de la puerta,y con la excusa de ir a por cervezas,me hice una copia.si,ya se que estuvo mal,pero yo era joven y bastante cabroncete.
Por la tarde cuando ya se habian ido,bajé la bici y lo demás,y descubrí que no habia luz,pero en ese momento no me importó.
Desde el principio cada vez que entraba en el piso primero me sentia muy intranquilo,incluso de dia,pero pensaba que era el sentimiento de culpabilidad,cuando estaba por los bares de lo viejo y me pedian algo iba al piso primero y lo bajaba,eso siempre era de noche,y de noche la sensación de intranquilidad se convertia en principios de miedo.los que me conoceis sabeis que yo muy miedoso no soy,pero entrar alli de noche...
estuve mucho tiempo funcionando asi,pero siempre entraba y salia corriendo de alli.
Un buen dia apareció el ludo en mi vida.desde el primer dia no hubo manera de que entrara en el primer piso,por mucho que le tirara de la correa,clavaba las patas en el suelo y chillaba como un cerdo camino del matadero,asi que al final lo dejaba atado en la barandilla de la escalera y entraba yo sólo.
Un dia no sé lo que tenía que hacer,tenia mucha prisa y no podía llevar el perro,asi que le obligué a entrar en el primero y lo dejé allí.
Cuando volví,se habia cagado,meado y habia arrancado el suelo de debajo de la puerta y estaba haciendo un agujero intentando salir desesperado.
Cuando subiamos y bajabamos,al pasar por delante de la puerta del primero,apretaba el culo y pasaba corriendo y me esperaba en el siguiente rellano.
Pasó el tiempo,no sabria deciros cuanto,pero sin darme cuenta,aquella sensación desagradable al entrar alli,desapareció.el perro un buen dia tambien superó su miedo,y empezó a entrar como si nada,recorria todas las habitaciones olisqueando cajas y cosas que habia alli y haciendo sus cosas de perro.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado
que noooooooo jajaja anda que no queda historia aún,pero me he cansao de escribir,asi que tendreis que esperar...
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